viernes, 26 de diciembre de 2008

mi carta a los Reyes...

Pasamos todo el año deseando que lleguen los Reyes Magos y luego, a la hora de la verdad, cuando nos ponemos a escribir la carta, no acabamos de tener claro qué pedir…

Mira que ahora las nuevas tecnologías nos lo ponen fácil. Podemos hasta hacer una lista de deseos a través del Twitter. Pero nada, ni aún así hay manera de decidir qué queremos para tan señalada ocasión. Que si un patito de goma, que si una camiseta, que si un deseo verdaderamente mágico

Es por eso que Un Planeta Gris, siempre sensible a los problemas de que adolece nuestra sociedad, plantea aquí una pequeña lista de deseos en forma de tebeo para niños de todas las edades…


Shazam! La monstruosa sociedad del mal de Jeff Smith

El Capitán Marvel es un superhéroes clásico de los que sobrevivieron a la agresiva censura en los tebeos estadounidenses durante los años 50. Muchas series de aventureras disfrazadas tuvieron que cerrar, acusadas de pervertir las mentes de la juventud, pero el Capitán Marvel pudo continuar a cambio de enfrentarse, sin sangre ni carne, a monstruos de colores o cocodrilos con gabardina. Aunque en Estados Unidos se trata de uno de los grandes clásicos, comparable a Batman o Supermán, lo cierto que en Europa sigue siendo un gran olvidado. Además, quizás por esta aura infantil que acabó rodeándole por imposición editorial, durante las últimas décadas ha sido relegado a un segundo plano en el mundo superheroico.

Ahora llega Jeff Smith, exitoso autor de la aventura fantástica Bone, para darnos una versión remozada y colorida del Capitán Marvel. Mantiene todo el universo clásico del personaje, con sus protagonistas, sus malvados y sus secundarios, a la vez que sabe llevarlo a un terreno completamente contemporáneo.

El tomo hará las delicias tanto de los chavales, que vibrarán con la aventura de niños como ellos que se convierten en superhéroes, como de los más mayores, que sabrán apreciar la elegancia de Jeff Smith, los continuos guiños y referencias a la obra original y la emoción impertérrita de la aventura más clásica.


Biblioteca Carl Barks

Durante los 80, los tebeos de Disney llenaban los kioskos de España y eran, irremediablemente, la lectura que devorábamos los chavales de entonces. Sin embargo, acabaron desapareciendo de las estanterías, dejando un importante vacío: ya no había tebeos para niños. Por extraño que pueda ahora parecer, la reivindicación de la historieta como lenguaje adulto vacío el sector infantil, dejando en España una generación que no creció leyendo tebeos y que los ha retomado sólo años después y no sin dificultad.

Los tebeos de Disney, sin embargo, se han seguido editando y vendiendo con éxito en otros muchos países durante todo este tiempo. Hace un par de años que Planeta se atrevió a retomar la edición de Disney en el mercado español, realizando una maniobra con dos vertientes: por un lado, edita material contemporáneo de probada comercialidad, dirigido al amplio público infantil y juvenil; por otro, se preocupa de recuperar el vasto fondo clásico en torno a todos estos personajes. Este año se ha atrevido a comenzar la edición en lujosos tomos de la obra de Carl Barks, historietista que dedicó su carrera íntegramente al Pato Donald y su mundo. Lo cierto es que este primer tomo recoge los trabajos primerizos de Barks, las primeras páginas que dibujó para la Disney en 1942 y 1943, que tienen sin duda valor para el coleccionista, pero que no hacen sino anunciar las trepidantes aventuras de los años siguientes, todo el despliegue de color y fantasía con el Pato Donald y su familia en busca de tesoros y misterios remotos.

Carl Barks fue uno de los pocos historietistas que consiguió escapar al férreo anonimato impuesto por la factoría Disney, gracias a la calidad de su trabajo, que hizo que los lectores lo reconocieran incluso antes de saber su nombre. Fue también uno de los autores que más aportó al universo del Pato Donald, creando personajes tan populares como Tío Gilito o los Golfos Apandadores. Así, el valor histórico se suma a la vivacidad y fantasía de una obra que ha sabido mantener su valía y el interés del público durante más de 50 años.


Mot de Nacho Moreno y Alfonso Azpiri

Todo el mundo sabe que dentro del armario se esconden monstruos. Monstruos grandes y terribles, con cuernos y larga cola, capaces de comerse la nevera de un bocado y destrozar una casa en segundos. Así es Mot. Un monstruo entrometido y entrañable. Un día conoce a Leo, un adolescente más bien anodino, camino de convertirse en un adulto de los de hipoteca en astillero, y acaba liándole, como la proverbial caña, en todo tipo de aventuras galácticas e interdimensionales.

Mot es uno de esos títulos que lleva el paso del tiempo con ligereza y buen humor. Nació hace décadas en las páginas de El Pequeño País, el suplemento infantil del periódico El País, y a partir de ahí se recopiló en tomos que han tenido varias reediciones, la última muy reciente a manos de Planeta. Con el paso de los años, sus aventuras por diversos mundos de fantasía y ciencia-ficción son cada vez más divertidas.

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