miércoles, 28 de enero de 2009

Concierto: Energía agridulce



Llegué al concierto casi sin voz y con pocas ganas de saltar, para qué mentir… Los fines de semana se alargan, los resfriados se eternizan y las sillas (nada cómodas, por cierto) de la Sala de Cámara del Auditori son el cómplice perfecto para un poco de pereza de domingo por la tarde. Y aquí es donde empieza mi anti-crónica.

Como una ficha técnica… Concierto: The City Lights, dentro del ciclo Ricoamor. Domingo a las 20.00 horas, bastantes asistentes (lo siento, no sirvo para contar). Duración… pues una horita entre el concierto y los tres bises. Precio de la entrada, unos 12 euros

Ya avisó el señor guitarrista justo al comenzar: “this is gonna be loud”. Right, then, wake me up! Siguió una hora frenética de concierto adornado con algunas versiones de esas que siempre se agradecen si (como yo) no estás familiarizado con la banda. Comentarios rápidos para neófitos como yo: no volaron a España los seis miembros de la banda, sino cuatro, y parece ser que no se notó nada. Seguimos siendo un poco tontos si nos quedamos sentados durante semejante concierto en lugar de seguir las instrucciones del guitarrista de la banda y colocarnos de pie junto al escenario. Y tres, aunque estaba bastante lleno, parece mentira que hubiera sitios vacíos.

Hubo un momento agridulce cuando, a mitad del concierto de City Lights, los australianos recordaron su anterior visita a Castellón, todavía a la sala Ricoamor de la calle Alcalde Tárrega. Al margen de advertir que el nuevo emplazamiento era “más formal”, destacaron que era fantástico que la iniciativa siguiera en marcha. Y pidieron un aplauso, como en una pequeña reivindicación (no sé si intencionada) sobre la posible desaparición de esta cita musical. Vaya.

2 comentarios:

rake dijo...

Conciertazo, sin lugar a dudas.

Y no se puede acabar el ciclo Ricoamor... una cita mensual que nos acerca a grandes grupos.

Héctor dijo...

Sí, gran concierto.Hay que hacer fuerza para que el Ciclo Ricoamor no acabe.
A mi las sillas no me parecen incómodas.Incluso ceden un poco para poder llevar el ritmo de la música, jeje.