martes, 6 de enero de 2009

Accidentes urbanos: sin título

Queridos Reyes Magos...


Los indios y los vaqueros estamos preocupados por nuestra ciudad y ya no por nosotros. Nos da igual que nos traigáis caballos pura sangre, un fuerte o un revólver para montarla en el salón, nos gustaría algo más colectivo. Por ejemplo, que os llevéis todas las esculturas de Ripollés de Castellón y, si es posible, que las repartáis bien lejos, donde más falta hagan y donde menos colorines tengan por las calles.


Queremos que los que más mandan se piensen bien en serio eso de poner en marcha un plan de entorpecimiento urbano (ellos dicen que es de embellecimiento, pero bueno…) que solo sirve para que las calles estén llenas de obstáculos. Que dejen de poner maceteros y lo que es peor, de inaugurarlos, que se dejen de esculturas feas y de maceteros del tamaño de una plaza de toros. Que comprendan que las calles están hechas para andar, para encontrarse, para pararse a saludar a esa gente que solo se ve de vez en cuando.


Pedimos que esos que mandan tanto se den cuenta de que no se puede prohibir pisar la calle, que las ciudades no son patios de guarderías en los que establecer con quién se puede y con quién no se puede jugar. Nos gustaría que se inventen ordenanzas para facilitar el uso de la ciudad, no para limitarlo. Que nos enseñen a disfrutar del espacio público y no a huir de él por miedo a ser sancionados.


Si no es mucho pedir, nos gustaría que se escuchara a las personas que viven en la ciudad, que no tengan que venir los tribunales* a echar el rapapolvo. Que no haga falta anular planes generales y PAI Mestrets ni nada, porque querrá decir que no se ha olvidado ningún paso importante por el camino.


Y puestos a pedir imposibles, cruzamos los dedos para que no cierren más bares de siempre, para que pongan quioscos de prensa por la calle, para que dejen que los bares monten terrazas plazas y aceras, para que no nos quedemos sin cines y sin conciertos y para que la ciudad recupere un poquito la cordura.

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