por Andrés Craig
Las noticias de todos los días no son muy halagüeñas y por supuesto para nada esperanzadoras... que digamos; entre cierres, ERES y despidos (batallas campales aparte), más lo dramas de siempre, dan ganas de dejar de ver, oír y escuchar los telediarios y, claro está, es mal momento también para pedir un aumento de suelto.
La primavera la sangre altera y en muchas empresas el mal menor es decirle a algún compañero de toda la vida “adiós, hasta siempre, cuídate y mucha suerte”, a lo que él te contestaría: “gracias y suerte para ti también, que la vas a necesitar”. Con este panorama laboral y el fenómeno Crisis por todos lados se ha formado un fenómeno cíclico e indefinido de mal-rollo, tristeza, miedo y muy pocas ganas de todo lo que no sea lamentarse por cualquier motivo (ya que haberlos haylos).
Pero por un día hoy merece ser especial, sí, olvida (si puedes) ese desencanto sistemático y sueña un poquito despierto, campeón. Repite conmigo: hoy quiero ser feliz de verdad y hacer felices a los demás... por lo menos hoy (y si mañana, al otro, al otro y al otro también, pues fenomenal). Y que mejor motivo para alcanzar dicha felicidad que hacer todo eso que siempre quieres hacer y siempre encuentras un pero para dejar de hacer.
Al mal tiempo buena cara o por lo menos buenas intenciones y por eso te digo que hoy va a ser una jornada especial si tú quieres que lo sea. Porque hoy puede ser ese gran día en el que te animas a besar a quien hace mucho tiempo que no besas, de abrazar a quien echa de menos tus abrazos y encima los necesitas, de decirle a esa persona ese secreto que guardas dentro tanto tiempo, de valorar lo que nunca has sabido valorar y lo tienes ahí enfrente de tus narices, de llamar a quien siempre dices que vas a llamar y al final te da pereza, de hacer sonreír a quien lo necesite de verdad, de arreglar esos temas pendientes que debes solucionar ya, de hacer lo que quieres hacer de una vez por todas y nunca te atreves, de luchar por lo que vale la pena y dejarte de tonterías, de ser tu mism@, sí, porque tú eres el protagonista de tu vida, de tu historia, de la que deberías sentirte orgulloso y sino preguntarte por qué.
Hoy es el día de gritar al Mundo que se espabile y de paso de espabilarte tú, de no tener miedo a las represalias por decir lo que piensas, de sorprender y hacerte el sorprendido, de hacer un pequeño esfuerzo por los demás, de ver el vaso medio lleno, de seguir acumulando buenas acciones solamente con proponértelo!!! Hoy tú vas a brillar con luz propia (pero recuerda: bombillas de bajo consumo). Y si al final del día te vas a la cama un poquito más optimista hazme caso: no esperes que nadie te de una palmadita en la espalda y te diga “gracias chaval”. Date por satisfecho con tu batalla ganada (pero esto es la guerra, traed madera).
La vida, tu vida (que es la que tienes y es tuya) es para disfrutarla, nunca mejor dicho: para vivirla; para compartirla, para tropezar y levantarse (y por supuesto aprender en cada momento), para hundirse y resurgir (incluso regresar), para llorar, para reír, para jugar, para volar, para soñar, para planear, para saborear, para aprender a cocinar, para no olvidar, para cantar mirándote al espejo, para emborracharse entre amig@s, para descubrir, para compartir, para inventar, para alucinar, para conocer, para ir, para llegar y para establecerse, para venir al FIB, para viajar, para probar, para amar (y ser amado), para cuidar y ser cuidado, para ganar, para empatar, para perder y para seguir perdiendo... y así, de las experiencias vividas ya verás como algún año ganaremos el Mundial.
Hoy es hoy y este es el Mundo que hay, en el que vivimos, nos guste sí o no... no hay otro, pero podemos hacer de él un lugar mejor donde vivir hoy; porque tal vez mañana pueda ser tarde ya.
Hoy es el día de gritar al Mundo que se espabile y de paso de espabilarte tú, de no tener miedo a las represalias por decir lo que piensas, de sorprender y hacerte el sorprendido, de hacer un pequeño esfuerzo por los demás, de ver el vaso medio lleno, de seguir acumulando buenas acciones solamente con proponértelo!!! Hoy tú vas a brillar con luz propia (pero recuerda: bombillas de bajo consumo). Y si al final del día te vas a la cama un poquito más optimista hazme caso: no esperes que nadie te de una palmadita en la espalda y te diga “gracias chaval”. Date por satisfecho con tu batalla ganada (pero esto es la guerra, traed madera).
La vida, tu vida (que es la que tienes y es tuya) es para disfrutarla, nunca mejor dicho: para vivirla; para compartirla, para tropezar y levantarse (y por supuesto aprender en cada momento), para hundirse y resurgir (incluso regresar), para llorar, para reír, para jugar, para volar, para soñar, para planear, para saborear, para aprender a cocinar, para no olvidar, para cantar mirándote al espejo, para emborracharse entre amig@s, para descubrir, para compartir, para inventar, para alucinar, para conocer, para ir, para llegar y para establecerse, para venir al FIB, para viajar, para probar, para amar (y ser amado), para cuidar y ser cuidado, para ganar, para empatar, para perder y para seguir perdiendo... y así, de las experiencias vividas ya verás como algún año ganaremos el Mundial.
Hoy es hoy y este es el Mundo que hay, en el que vivimos, nos guste sí o no... no hay otro, pero podemos hacer de él un lugar mejor donde vivir hoy; porque tal vez mañana pueda ser tarde ya.
3 comentarios:
Ay... Que dificil cambiar cuando se tiene miedo!
Pero tienes razón! Solo se vive una vez!
Mientras luchamos contra el gigante de nuestras incertidumbres, eso deberíamos hacer todos, HOY... nacer cada día, morir cada noche, mirarnos eternamente a los ojos, dibujar un camino de gratitud compuesto por la belleza de las pequeñas cosas, hacia la felicidad propia a costa de la ajena al coincidir en cualquier punto cardinal que la bondad considere como exacto.
Mientras luchamos contra el gigante de nuestras incertidumbres, eso deberíamos hacer todos, HOY... nacer cada día, morir cada noche, mirarnos eternamente a los ojos, dibujar un camino de gratitud compuesto por la belleza de las pequeñas cosas, hacia la felicidad propia a costa de la ajena al coincidir en cualquier punto cardinal que la bondad considere como exacto.
Publicar un comentario