Vale, que no había escuchado al tal Vic Chesnutt hasta anoche, cuando fui al concierto arrastrado por un amigo. Un lunes a las once de la noche es un horario nefasto, pero fui. Que no se diga.
Primero. El sitio mola. Los conciertos en el Casino Antiguo siempre tienen ese aire decrépito que queda tan bién para los tipos que cantan solos con una guitarrita (o un piano, según el momento) y que hablan con el público sin parar. Además, uno tiene la sensación de que en cualquier rincón puede estar su abuelo fumándose un puro con los amigos y eso siempre le da un aire más molón a todo.
Segundo. El tipo cantaba bien y eso, pero es que era un lunes por la noche, que no sé si es bueno o si es malo. Dijo que había cantado, al menos, una canción de cada disco y según Wikipedia tiene unos 12 discos, así que calculad…
Tercero. Lo mejor, para mí (que nunca había escuchado a Vic Chesnutt y tenía sueño) fue el espectáculo de alrededor. Un incondicional (o no) hablando sin parar al señor Chesnutt, aplaudiéndole en pie, recriminándole que solo cantara para mujeres… y el runrún que se genera alrededor. Y todavía me han dicho que me perdí lo mejor (abandoné antes de que terminara): el diálogo abierto entre el señor Chesnutt y su fan number one, sobre lo humano, lo divino y las tendencias sexuales.
Por: El Cronista Pasmarote
Primero. El sitio mola. Los conciertos en el Casino Antiguo siempre tienen ese aire decrépito que queda tan bién para los tipos que cantan solos con una guitarrita (o un piano, según el momento) y que hablan con el público sin parar. Además, uno tiene la sensación de que en cualquier rincón puede estar su abuelo fumándose un puro con los amigos y eso siempre le da un aire más molón a todo.
Segundo. El tipo cantaba bien y eso, pero es que era un lunes por la noche, que no sé si es bueno o si es malo. Dijo que había cantado, al menos, una canción de cada disco y según Wikipedia tiene unos 12 discos, así que calculad…
Tercero. Lo mejor, para mí (que nunca había escuchado a Vic Chesnutt y tenía sueño) fue el espectáculo de alrededor. Un incondicional (o no) hablando sin parar al señor Chesnutt, aplaudiéndole en pie, recriminándole que solo cantara para mujeres… y el runrún que se genera alrededor. Y todavía me han dicho que me perdí lo mejor (abandoné antes de que terminara): el diálogo abierto entre el señor Chesnutt y su fan number one, sobre lo humano, lo divino y las tendencias sexuales.
Por: El Cronista Pasmarote
4 comentarios:
La verdad es que nunca había asistido a un concierto en el Casino y fue una grata experiencia... El fan, hubo momentos que, se podía haber metido sus comentarios por el recto. Aun así estuvo muy bien el concierto. Lástima que Elf Power no le acompañasen en el Casino.
¡El Fan era un cansino!
A mí tampoco me acabó.
http://nomepierdoniuna.wordpress.com/
a mí me molan bte los conciertos en el casino, ya sólo por el entorno, el rollito decrépito pone bastante...
a ver si voy al próximo...
aunque miedo me doy un lunes noche, no sería el primero...
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