Coordenadas Mágicas: Castellón City

Antes de ponerme a divagar quiero saludar a los compañeros de blog y por supuesto dar las gracias por la oportunidad de escribir.

Intentaré transmitir en cada una de mis apariciones lo que desde mi punto de vista ha significado la cultura de la música electrónica a lo largo del pasado más reciente, no solo en España, sino alrededor del mundo. Escribiré de movimientos que han acontecido en algún lugar del planeta en determinada época, de conceptos y de fiebres de sábado noche en general.

Pero cómo no, lo primero es empezar por lo que más cerca nos pilla, hablemos de lo que ha pasado en Castellón:

Coordenadas 39º 59’ 53.85’’N / 0º 02º 26.04’’O

Mucho antes de que la música electrónica fuera una música de locos descerebrados, a principios de los 80, un tal Juan Santamaría tuvo el atrevimiento de aprovechar la tesitura social y el vacío legal existente, para dar un pasito más e inventar lo que supondría la vía de expresión para miles de jóvenes que ansiaban libertad y buscaban la contraposición a la represión franquista.

Para quién quiera saber más: http://es.wikipedia.org/wiki/Ruta_Destroy

Este señor inventó el movimiento 'clubbing' en España, e inició la movida valenciana, que posteriormente se denominó 'Ruta Destroy' o como más la conocemos 'Ruta del Bakalao'. No me pondré a hablar sobre lo que fue este movimiento pues ya está más que hablado, pero creía conveniente mencionarlo ya que Castellón se vio salpicada inevitablemente por este hecho, el cual muchos consideramos el movimiento musical más influyente en la historia de este país.

Muchas cosas pasaron desde esta fecha hasta donde yo empezaré a tomar referencia, sobretodo en los pueblos de alrededor de Castellón, en la capital no mucho se cocía. Pero todo esto fue fraguando hasta un punto en el que ya existía una juventud en Castellón que exigía un local donde poder saciar inquietudes, y sobretodo, salir de una forma sana (mentalmente hablando, ya que físicamente todavía no se conoce forma sana de salir) y constructiva.

No se en que momento exacto, ya que me cogió un poco joven, pero Castellón por fin tuvo un referente en el clubbing nacional, nació la sala Dr. Slump. Para los que no la conozcan (que seréis los menos), aquí se celebraban conciertos de rock y sesiones de dj’s techno cada fin de semana. Un lugar donde podíamos escuchar a esos artistas de los cuales teníamos montones de cassettes grabadas gracias a la gran Sonia Briz de Radio 3.

Ya no fue el contenido lo que provocó que este local haya perdurado en nuestras memorias, sino más la actitud con la cual todo el mundo asistía al lugar. Era una comunión obligada, donde fin de semana tras fin de semana se respiraba en una atmósfera totalmente desconocida hasta el momento, una invitación en toda regla a abrir la mente. Suena casi religioso, pero es que desde luego para muchos casi lo fue.

Desde que este club no existe, toda esa gente parece que desapareció, parece que renegaron de salir confiando en que no existirá nada parecido a aquello. Desde mi punto de vista, el motivo es más la pereza al cubo, que la comparación obvia. Está claro que, tal y como no se quien dijo alguna vez, “todo tiempo pasado fue mejor”.

Tampoco mucho más que recordar desde ese momento, algunas cositas puntuales, pero en general más de lo mismo. En algún momento se corrió la voz de que tener un 'garito' con cultura de club era equivalente a tener un dj’ con camisa abierta y pelo de punta, con habilidad suficiente para manejar una bocina y un micro (fundamental para los "subidones”). Desde este momento, estamos perdidos.

Mucho falso profeta y poca idea sobre lo mucho que un club de música puede aportar a nuestras insignificantes vidas.