por Andrés Graig,
“No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país”. JFK
Ay amigo Kennedy, cuanta razón tenías y que equivocado estabas.
Comienza el 2009 y como siempre, o casi siempre, el listado de nuevos propósitos comienza a florecer, sino lo ha hecho ya, en nuestra cabeza. Hay quien, con una sonrisa (sincera o irónica), planta semillas esperando que dentro de un tiempo crezcan preciosas flores de todos los colores y hay quien, por el contrario, sigue teniendo malas hierbas sin ninguna intención de podar. En fin, de todo tiene que haber, así que... al abordaje (del tema).
Qué lindo es empezar este nuevo año tan misterioso (por el qué pasará con la dichosa Crisis) con todos esos proyectos personales y buenas intenciones que nos hacen por un día ofrecernos lo mejor de nosotros mismos: pretensiones que por desgracia se van a ir diluyendo con el paso de los días, de las horas, de los minutos. Sí, que poco duran, ¿verdad? Seguramente después de leer este texto hayas borrado ya de tu lista imaginaria algunos de esos planes y hayas añadido otros deseos que no tienen tanto que ver contigo mismo y sí un poquito más con los demás.
Tal y como está el Mundo y después de ver la película 300 a uno se le quitan las ganas de escribir la Carta a los Reyes Magos de Oriente por lo que pueda venir. Pienso que sería mucho más práctico enviar cualquier tipo de mensaje o recomendación a los de Occidente con nuestras más que razonables demandas; aunque, seamos sinceros, eso sería un poco egoísta por nuestra parte: ¿reclamar o reivindicar sin entregar nada a cambio? Si los demás no hacen sus deberes ¿por qué no tenemos que hacer nosotros los nuestros?
En una época como la que estamos viviendo no creo que la palabra que debamos utilizar por Navidad sea “pedir”... sino “ofrecer”; y por ese camino volando voy, sin ninguna pretensión ni de educar ni de enfadar a nadie: simplemente me gustaría llevar / llegar a la reflexión de qué a pesar de todo, en el fondo nosotros no estamos tan mal. Otros sí lo están.
En esta sociedad tan plural, por decir algo, tras la avalancha de acontecimientos que nos han embriagado durante los últimos meses, he observado que algunos individuos se quejan por sistema. Sí, el lamento es una enfermedad contagiosa que si tu vecin@ tiene tú también la quieres pillar, por no ser menos, sobretodo de cara al público; en privado es otra cosa. Ese autopesimismo es una corriente por la que te dejas llevar: si las cosas, en general, marchan muy mal a ti también te van muy mal (aunque te vayan requetebién). ¿Entiendes lo que te quiero decir? porque yo no lo tengo muy claro todavía.
Hablo de la mayoría de las veces, claro está, porque a pesar de los pesares tú y yo seguimos viviendo muy bien (simplemente debemos darnos cuenta que somos unos privilegiados sólo por haber nacido donde hemos nacido, rodeados de todo tipo de facilidades y comodidades; es verdad que unos más y otros menos, pero creo que en muchísimos casos quejarse por uno mismo es actuar egoístamente).
Otra cosa es quien tiene realmente motivos para lamentarse y más en esta fechas (despidos improcedentes, pagos atrasados o inexistentes, hasta luego Lucas, etc...). Para esta pobre gente la cuesta de Enero de este año va a ser muy difícil de superar, si bien todo (luz, agua, transporte, teléfono, etc...) va a estar un poquito bastante más caro desde ayer, día 1; porque suponiendo que hubo Plan A, ¿alguien en nuestro entorno pensó en un Plan B para ellos?.
Viendo / leyendo / escuchando las noticias todos los días repletas de desgraciados acontecimientos (guerras, invasiones, terremotos, asesinatos, maltratos, pobreza, tristeza, etc...) a mi no se me va a ocurrir quejarme de lo mal que estamos aquí porque se me podría caer la cara de vergüenza, si acaso debería lamentarme de lo muy mal que están algunos en otro lugar, pero por suerte para nosotros esta metrópolis en la que vivimos todavía goza de muchos privilegios para poder quejarse, hablando siempre en general.
Por ello debemos concienciarnos a ayudar en lo que podamos, aunque sea tan simple como ahorrar y moderar el consumo de aquello que solemos derrochar sin sutilezas: siempre es mejor no malgastar el agua, la electricidad, el teléfono, etc... pero en época de 'sequía' mucho mejor. Así que espero te unas con optimismo al Club, recapacites, des lo mejor de ti, seas generoso con el que tiene menos y saques fuerzas de flaqueza para sonreír ante las adversidades de la vida; por / para ello dependiendo de tu estado de ánimo te aconsejo lo siguiente:
1) Si las cosas te van muy bien: de tu sonrisa dependen las sonrisas de mucha gente. Busca compartirla con los demás.
2) Si las cosas te van muy mal: aprende jardinería.
Feliz 2009
Pd: lo que necesita el Mundo es Magia... y tú eres uno de esos Magos.
Ay amigo Kennedy, cuanta razón tenías y que equivocado estabas.
Comienza el 2009 y como siempre, o casi siempre, el listado de nuevos propósitos comienza a florecer, sino lo ha hecho ya, en nuestra cabeza. Hay quien, con una sonrisa (sincera o irónica), planta semillas esperando que dentro de un tiempo crezcan preciosas flores de todos los colores y hay quien, por el contrario, sigue teniendo malas hierbas sin ninguna intención de podar. En fin, de todo tiene que haber, así que... al abordaje (del tema).
Qué lindo es empezar este nuevo año tan misterioso (por el qué pasará con la dichosa Crisis) con todos esos proyectos personales y buenas intenciones que nos hacen por un día ofrecernos lo mejor de nosotros mismos: pretensiones que por desgracia se van a ir diluyendo con el paso de los días, de las horas, de los minutos. Sí, que poco duran, ¿verdad? Seguramente después de leer este texto hayas borrado ya de tu lista imaginaria algunos de esos planes y hayas añadido otros deseos que no tienen tanto que ver contigo mismo y sí un poquito más con los demás.
Tal y como está el Mundo y después de ver la película 300 a uno se le quitan las ganas de escribir la Carta a los Reyes Magos de Oriente por lo que pueda venir. Pienso que sería mucho más práctico enviar cualquier tipo de mensaje o recomendación a los de Occidente con nuestras más que razonables demandas; aunque, seamos sinceros, eso sería un poco egoísta por nuestra parte: ¿reclamar o reivindicar sin entregar nada a cambio? Si los demás no hacen sus deberes ¿por qué no tenemos que hacer nosotros los nuestros?
En una época como la que estamos viviendo no creo que la palabra que debamos utilizar por Navidad sea “pedir”... sino “ofrecer”; y por ese camino volando voy, sin ninguna pretensión ni de educar ni de enfadar a nadie: simplemente me gustaría llevar / llegar a la reflexión de qué a pesar de todo, en el fondo nosotros no estamos tan mal. Otros sí lo están.
En esta sociedad tan plural, por decir algo, tras la avalancha de acontecimientos que nos han embriagado durante los últimos meses, he observado que algunos individuos se quejan por sistema. Sí, el lamento es una enfermedad contagiosa que si tu vecin@ tiene tú también la quieres pillar, por no ser menos, sobretodo de cara al público; en privado es otra cosa. Ese autopesimismo es una corriente por la que te dejas llevar: si las cosas, en general, marchan muy mal a ti también te van muy mal (aunque te vayan requetebién). ¿Entiendes lo que te quiero decir? porque yo no lo tengo muy claro todavía.
Hablo de la mayoría de las veces, claro está, porque a pesar de los pesares tú y yo seguimos viviendo muy bien (simplemente debemos darnos cuenta que somos unos privilegiados sólo por haber nacido donde hemos nacido, rodeados de todo tipo de facilidades y comodidades; es verdad que unos más y otros menos, pero creo que en muchísimos casos quejarse por uno mismo es actuar egoístamente).
Otra cosa es quien tiene realmente motivos para lamentarse y más en esta fechas (despidos improcedentes, pagos atrasados o inexistentes, hasta luego Lucas, etc...). Para esta pobre gente la cuesta de Enero de este año va a ser muy difícil de superar, si bien todo (luz, agua, transporte, teléfono, etc...) va a estar un poquito bastante más caro desde ayer, día 1; porque suponiendo que hubo Plan A, ¿alguien en nuestro entorno pensó en un Plan B para ellos?.
Viendo / leyendo / escuchando las noticias todos los días repletas de desgraciados acontecimientos (guerras, invasiones, terremotos, asesinatos, maltratos, pobreza, tristeza, etc...) a mi no se me va a ocurrir quejarme de lo mal que estamos aquí porque se me podría caer la cara de vergüenza, si acaso debería lamentarme de lo muy mal que están algunos en otro lugar, pero por suerte para nosotros esta metrópolis en la que vivimos todavía goza de muchos privilegios para poder quejarse, hablando siempre en general.
Por ello debemos concienciarnos a ayudar en lo que podamos, aunque sea tan simple como ahorrar y moderar el consumo de aquello que solemos derrochar sin sutilezas: siempre es mejor no malgastar el agua, la electricidad, el teléfono, etc... pero en época de 'sequía' mucho mejor. Así que espero te unas con optimismo al Club, recapacites, des lo mejor de ti, seas generoso con el que tiene menos y saques fuerzas de flaqueza para sonreír ante las adversidades de la vida; por / para ello dependiendo de tu estado de ánimo te aconsejo lo siguiente:
1) Si las cosas te van muy bien: de tu sonrisa dependen las sonrisas de mucha gente. Busca compartirla con los demás.
2) Si las cosas te van muy mal: aprende jardinería.
Feliz 2009
Pd: lo que necesita el Mundo es Magia... y tú eres uno de esos Magos.
1 comentarios:
Uf, yo creo que si 2009 continúa como ha acabado 2008, voy a aprender jardinería!!!
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