lunes, 5 de enero de 2009

Psicología: Ansiedad

Ahora en estas fechas es muy común salir a la calle a comprar, entrar en tiendas, centros comerciales llenos de gente, salir de comida o cena donde estan las discotecas y pubs colapsadas, prisas, nervios, colas...

Parece que en Navidad se nos multiplique el estrés al que habitualmente estamos acostumbrados.

Todos estos nervios muchas veces se traduce en ansiedad.

¿QUÉ ES LA ANSIEDAD?
La ansiedad es un componente habitual en la mayoría de los trastornos de ansiedad, en muchas enfermedades físicas, y en muchas situaciones de la vida diaria.

Al ser la ansiedad un concepto muy empleado en psicología, su utilización generalmente ha estado asociada al uso de diversos términos relacionados, como miedo, fobia, angustia y estrés.
Estos términos a veces se han empleado con un significado equivalente, y otras veces no. Esto crea confusión terminológica y confiere ambigüedad al término ansiedad.

La ansiedad denota predominio de componentes psíquicos, mientras que la angustia indica predominio de componentes físicos.

El miedo consiste en una alarma primitiva en respuesta a un peligro presente, caracterizado por elevada activación y alto afecto negativo. En cambio, la ansiedad es una combinación difusa de emociones orientada hacia el futuro. De este modo, el miedo se caracterizaría por presentar componentes más primigenios, biológicos y en cierto modo automáticos (reacciones de alarma-defensa), y una orientación hacia el presente, mientras que la ansiedad es fundamentalmente de naturaleza cognitiva y de marcada orientación hacia el futuro.

Para realizar la separación conceptual entre miedo y fóbia suelen utilizarse los criterios referidos por Marks (1969) en su libro Fears and phobias. Este autor señala los siguientes requisitos para que un miedo se pueda considerar como una fobia:

1. Existencia de miedo desproporcionado en relación con el carácter amenazante de la situación.
2. El miedo conduce necesariamente a la evitación y/o escape de la situación temida.
3. Ausencia de explicación racional del fenómeno.
4. Consciencia por parte de la persona de la irracionalidad de dicho miedo.
5. Están fuera del control voluntario.
6. El miedo produce cierto grado de malestar o sufrimiento (subjetivos).

El estado de ansiedad es definido como una reacción emocional que consiste en sentimientos de tensión, aprensión, nerviosismo y preocupación, así como activación o descarga del sistema nervioso autónomo (SNA).

La respuesta de ansiedad posee la capacidad de anticipar o señalar un peligro o amenaza para el propio individuo. Esto confiere a la ansiedad un valor funcional importante, ya que posee una utilidad biológico-adaptativa.

La ansiedad no resulta adaptativa cuando es desproporcionada, aparece ante un peligro irreal (irracionalidad), o cuando produce sufrimiento.

De este modo, podemos entender la ansiedad bien como una respuesta normal y necesaria (ansiedad normal), o bien como una respuesta desadaptativa (ansiedad patológica o ansiedad clínica).

La ansiedad patológica se caracterizaría por presentar una mayor frecuencia o ocurrencia, intensidad, y duración o persistencia que la ansiedad normal.

Las causas de la ansiedad patológica pueden ser muy diversas, se deriva de factores como:
- Una respuesta apropiada bajo circunstancias estresantes
- Sustancias que afectan el sistema nervioso como:
Cafeína
Alcohol
Cocaína
Antidepresivos
Nicotina
Anfetaminas
- Factores biológicos:
Desequilibrios de la química del cerebro
Rasgos de la personalidad
Percepciones defectuosas y miedos irracionales
Conflictos emocionales sin resolver


¿CÓMO AFECTA?
La ansiedad no es un fenómeno unitario. Implica al menos 3 componentes o sistemas de respuesta, estos son: subjetivo (o cognitivo), fisiológico (o somático), y motor (o conductual).

Estos componentes, pueden darse por separado, además no todos los síntomas se dan en todas las personas, depende del grado de gravedad.

COMPONENTE SUBJETIVO-COGNITIVO: Es el componente de la ansiedad relacionado con la propia experiencia interna. Este componente se refiere a pensamientos o imágenes de carácter subjetivo y su influencia. Incluye un amplio espectro de variables relacionadas con la percepción y evaluación subjetiva de los hechos y estados asociados con la ansiedad. La persona con ansiedad experimenta subjetivamente un estado emocional desagradable, distinto de la ira o de la tristeza, y semejante al miedo.

Los síntomas de este componente son:
- Preocupación
- Miedo o temor
- Pensamientos negativos: inferioridad, incapacidad
- Dificultad de concentración
- Sensación general de desorganización o pérdida de control sobre el ambiente, acompañada de dificultad para pensar con claridad
- Inseguridad
- Aprensión
- Anticipación de peligro o amenaza
- Dificultad para tomar decisiones

COMPONENTE FISIOLÓGICO-SOMÁTICO: La experiencia de ansiedad suele acompañarse de un componente biológico. Este componente se refiere a cambios físicos relacionados con la hiperactivación del sistema nervioso autónomo (SNA). Esta hiperactivación del SNA puede reflejarse en:
- Cambios externos: sudoración, dilatación pupilar, temblor, aumento de la tensión muscular, palidez facial, etc.
- Cambios internos: aceleración cardiaca, aceleración respiratoria, menor salivación, etc.

Algunos de estos cambios dependen del control voluntario (funciones corporales que pueden ser controladas voluntariamente), como por ejemplo: agitación, respiración, defecación, etc. Y otros no (funciones involuntarias o parcialmente voluntarias), como por ejemplo: temblor, vómitos, palpitaciones, etc.

Otros síntomas son:
- Síntomas cardiovasculares: palpitaciones, pulso rápido, hipertensión, accesos de calor, etc.
- Síntomas respiratorios: sensación de sofoco, ahogo, hiperventilación, opresión torácica, etc.
- Síntomas gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea, aerofagia, molestias digestivas, etc.
- Síntomas genitourinarios: micciones frecuentes, eneuresis, eyaculación precoz, frigidez, impotencia, etc.
- Síntomas neuromusculares: tensión muscular, temblores, hormigueo, dolor de cabeza tensional, fatiga excesiva, etc.
- Síntomas neurovegetativos: sequedad de boca, sudoración, mareos, etc.

La experiencia subjetiva de todos estos cambios orgánicos suele ser percibida de forma molesta y desagradable, pudiendo contribuir de esta manera a conformar el estado subjetivo de ansiedad.

COMPONENTE MOTOR-CONDUCTUAL: Corresponde a los componentes observables de la conducta que aparecen como consecuencia de la actividad subjetiva y fisiológica. Estos componentes observables abarcan:
- Expresión facial
- Movimientos o posturas corporales característicos: Hiperactividad, movimientos repetitivos, paralización motora, tartamudeo y otras dificultades de expresión verbal, movimientos torpes y desorganizados, conducta de evitación, conducta de escape o huida.

¿QUIÉN LA PADECE?
La ansiedad, como se ha comentado anteriormente, es algo normal y habitual en cualquier persona, ya que es adaptativa para nuestra especie, siempre y cuando no exceda limites, es decir, siempre y cuando podamos convivir con ella y que no nos dificulte en exceso en nuestra vida cotidiana. En los casos en los que la ansiedad es muy superior a la habitual, se requiere tratamiento.

La ansiedad patológica puede llevar a producir trastornos de ansiedad, como son: Ataques de pánico, agorafobia, fobia social, ansiedad generalizada, trastorno obsesivo-compulsivo.

No todo el mundo tiene la misma probabilidad de desarrollar un trastorno de ansiedad, sino que existen claramente una serie de factores de riesgo que pueden ser diferentes según cada trastorno, estadísticamente tienen más tendencia a sufrir algún tipo de trastorno de ansiedad algunos sectores de la población:
-Ataques de pánico: sexo femenino, edad media.
-Agorafobia: sexo femenino.
-Fobia social: sexo femenino, 18-29 años, educación baja, solteros, clase baja
-Ansiedad generalizada: sexo femenino, edad menor 30.
-Trastorno obsesivo-compulsivo: no hay diferencias entre sexos.

En España se han encontrado unos resultados de una prevalencia del 13.8% para trastornos de ansiedad. Es decir, el 13,8% de la población sufre un trastorno de ansiedad. En cuanto a síndromes más concretos arrojan cifras de ansiedad generalizada de 7.3%, un 3% de trastorno de pánico y un 3% de trastorno obsesivo compulsivo.

Los factores de riesgo para la ansiedad son:
Sexo: femenino
Miembros de la familia que padezcan trastornos de ansiedad
Acontecimientos estresantes en la vida
Estrategias poco efectivas para lidiar con problemas
Antecedentes de trauma físico o psicológico

¿CÓMO SE TRATA?
La ansiedad se trata multidisciplinarmente, en psicoterapia y con psicofármacos.

En psicoteràpia hay numerosas técnicas y corrientes psicológicas que pueden tratar el trastorno de ansiedad. La más habitual es la cognitivo-conductual que abarca técnicas cognitivas, operantes y de solución de problemas, asi como técnicas de relajación.

Psicofármacos: Para una ansiedad severa o trastorno de la ansiedad, los medicamentos son: Benzodiazepinas , buspirona , antidepresivos tricíclicos, inhibidores de la recaptación de la serotonina.

PREVENCIÓN
Para ayudar a prevenir la ansiedad:

- Evitar situaciones estresantes
- Si estas situaciones no se pueden evitar, es conveniente afrontarlas adecuadamente.
- Utilizar técnicas de relajación
- Desarrollar y mantener el apoyo social, fomentar las relaciones sociales como alternativa al trabajo.
- Expresar las emociones en el momento.
- Desafiar los miedos irracionales y pensamientos contra productivos.
- Evitar consumir substancias dañinas.
- Llevar una dieta equilibrada.
- Descanso: Dormir lo suficiente, en torno a ocho horas, coger vacaciones y fines de semana como tiempo de ocio y descanso, no “llevarse el trabajo a casa”.
- Ejercicio físico
- Organización: organizar el tiempo y nuestras actividades, estableciendo horarios, esto es fundamental para poder descansar, no estar preocupados, no sufrir continuos sobresaltos, olvidos importantes, etc.
- Solución de problemas y toma de decisiones: No dejar pasar los problemas, afrontarlos, corregir malas interpretaciones, tomar decisiones siguiendo un proceso lógico: planteamiento del problema, análisis de alternativas (pros y contras). No analizar continuamente el problema o las alternativas.
- Trabajar nuestra autoestima

Puedes envíar tus consultas psicológicas al consultorio de Vanesa Miravet que se realizará de manera profesional, confidencial y con la máxima seriedad a través del mail: vanesaunplanetagris@gmail.com o unplanetagris@hotmail.com

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