Dos estrenos muy destacados son los que copan las carteleras de cine de nuestro país en este fin de semana. El primero de ellos es Valkiria, co-producción germano-norteamericana protagonizada por Tom Cruise y dirigida por Bryan Singer. Como tantas otras películas 'menores' (Operación Valkiria en 2004 o Complot para matar a Hitler en 1990), la cinta adapta los hechos acaecidos en el denominado 'Complot del 20 de Julio de 1944' que dio lugar a la susodicha 'Operación Valkiria'. En él, un general herido de guerra (que perdió en una batalla en África en 1943 una mano y un ojo), Claus Von Stauffenberg (interpretado por Cruise) inicia el heroico intento de derrocar el régimen nazi a través de un plan expresamente urdido para asesinar al fuhrer Adolf Hitler. El fallido intento pasó a la historia (algo así como nuestro 23-F) pero, curiosamente, no fue el único de los atentados que Hitler sufrió pero consiguió finalmente sortear. Como decíamos, dirige Bryan Singer, artífice de dos películas de superhéroes como Superman Returns y X-Men, así como de la estupenda y oscarizada Sospechosos habituales. El film, en clave absolutamente realista, con ambientaciones, fotografía, vestuario muy fiel a la época, ofrece uno de esos casos paradójicos en los que en su mayor reclamo encuentra su principal handicap. El 'efecto Tom Cruise', como se dice en publicidad, logra 'vampirizar' una gran producción y un guión en pos de debatirnos, como espectadores, entre la credibilidad de ver a un personaje histórico tan relevante en la piel de uno de esos iconos del Hollywood más comercial que hace prácticamente imposible discernir dónde empieza el personaje y dónde acaba el actor. La prueba es sencilla, leed todas las críticas que queráis de esta película y fijaos en que la gran mayoría centran su discurso principal en si Cruise resulta o no válido o creíble en su papel. Sin embargo, en los carteles de la película, cómo no, el marketing se explota al máximo y es uno de esos ejemplos paradigmáticos (a Jim Carrey le suele pasar lo mismo) en los que el tamaño de la tipografía del nombre del protagonista precede e incluso eclipsa el propio título del film. Mal asunto. En cualquier caso, personalmente, como abogaré siempre por la inexistencia de prejuicios en el cine, hago la siguiente lectura: si el único contra que se le puede poner a Valkiria es si transigimos o no con el célebre cienciólogo, es que, pensémoslo bien, estamos ante una película verdaderamente interesante. Se habló en su momento de interpretación de Oscar, y película de Oscar, más cuando la temática es siempre del agrado de la Academia (casi todos los años hay alguna nominada, especialmente de habla no inglesa, con temática sobre la Segunda Guerra Mundial), pero finalmente ha sido obviada, como Siete almas, todavía en cartelera, por cierto. Permitidme que haga una extensión de la reseña de Valkiria al respecto de su excelente reparto masculino: Bill Nighy, Kenneth Branagh, Tom Wilkison, Thomas Kretschmann, Terence Stamp... pero una especial mención a mi 'flechazo' del momento: Carice Van Houten, que interpreta a la esposa del personaje de Cruise. Este pasado fin de semana tuve la oportunidad de revisitar El libro negro de Paul Verhoeven (2006) película sobre la resistencia holandesa ante la ocupación nazi, que no poco tiene que ver con la que ahora se estrena, pero que tiene su principal conexión por la actriz protagonista: Carice Van Houten, una arrebatadora y magnífica belleza holandesa que merece la pena tener muy muy en cuenta. Os recomiendo que no dejéis pasar la imprescindible El libro negro (posiblemente una de las mejores películas de 2006, obviada por la Academia en su momento) como complemento al ciclo que os podéis montar con Valkiria, si decidís ir a verla, sobre todo porque tendréis doble ración de Carice Van Houten.
Fácil el juego de palabras siguiente: tenía la duda de si La duda era o no la película de la semana por encima de Valkiria. Pienso que aunque los Oscar son un gran reclamo (y ésta va nominada a cinco), el magnetismo de Cruise puede con todo, para bien o para mal, y hará mejor taquilla, pero no está de más que nos detengamos en ella como merece. Adaptación de la obra teatral ganadora de un Toni, basada a su vez en una investigación que ganó el Pullitzer, llevada a la pantalla y dirigida por el mismo creador: John Patrick Shanley, La duda cuenta la historia de un colegio religioso en el Bronx de los sesenta, regido con mano dura por una mujer estricta y religiosa encarnada por Meryl Streep. Coincidiendo con la llegada de una nueva y joven profesora (interpretada por Amy Adams), llega a oídos de la directora del centro la sospecha de que su profesor más carismático (a quien da vida Phillip Seymour-Hoffman) pueda estar prestándole 'demasiada atención' al primer alumno negro de la institución, lo que siembra la duda de si efectivamente existen estos abusos, e inicia una cruzada personal basada en su convicción moral para demostrarlo. He incidido tanto en los actores porque esta película tiene la friolera de cuatro nominaciones al Oscar por interpretaciones de su reparto. En primer lugar, la decimoquinta nominación al Oscar (más que ninguna actriz de la historia del cine) para Meryl Streep como actriz protagonista. Segundo, nominación al Oscar a mejor actor de reparto para Phillip Seymour-Hoffman. Y tercera y cuarta nominaciones, ambas competidoras con Penélope Cruz en la categoría de mejor actriz de reparto, Amy Adams (que para que la tengáis 'fichada', es la actriz que el año pasado hizo de Giselle en Encantada, la exitosa película de Disney) y Viola Davis, actriz de raza negra que interpreta a la madre del niño supuestamente víctima de abusos, y que, sorprendentemente, tiene una intervención de menos de diez minutos, con la suficiente carga dramática para que le haya servido como nominación al Oscar. El quinto Oscar es para el guión adaptado. Ya veremos si 'cae' algo para La duda, pero teniendo en cuenta a Kate Winslet como favorita por un lado, Heath Ledger por otro, y nuestra Pe en la otra categoría... igual se vuelve de los Oscar de vacío. En cuanto a la película, y se puede deducir de todo lo señalado, todo el peso cae en las interpretaciones, lo que la convierte en muy muy teatral, estructurada a través de escenas dialogadas y enfrentamientos alambicados, esto es, un producto no precisamente para todos los públicos (como sí podría serlo, por ejemplo, Valkiria).
Y como siempre, sin espacio ni tiempo para más, se estrena también El juego del ahorcado, la película española de la semana, cuyo joven actor protagonista, Álvaro Cervantes, va nominado al Goya como actor revelación. Film del prolífico Manuel Gómez Pereira, cuenta la historia de amistad desde la infancia, posterior amor y consiguiente sexo enfermizo y desenfrenado de dos adolescentes, Sandra y David, que llegan a un punto límite en su vida, con excesos, oscuros secretos, traumas irreversibles y giros de thriller ambientado en la Gerona de finales de los ochenta. En líneas generales, un fallido filme de un Gómez Pereira mucho más ducho en el género de la comedia romántica de enredo y que encontró en hits made in Spain como Todos los hombres sois iguales, Por qué lo llaman amor cuando quieren decir Sexo, El amor perjudica seriamente la salud o Cosas que hacen que la vida valga la pena la mejor muestra de su cine.
Si El juego del ahorcado es una propuesta típicamente de cine español, Mal ejemplo (Role Models en el original) supone lo propio con el cine norteamericano. Película de comedia adolescente, de adultos inmaduros, en la línea de Judd Apatow (Supersalidos o Lío Embarazoso). Sobre todo por su encasillado protagonista, un Sean William Scott que, por más que ha hecho de partener de Chow Yun Fat o de The Rock en cintas de acción taquilleras, sigue con el estigma del Steve Steffler de la fundacional American Pie. En Mal ejemplo, él y su compañero, interpretado por Paul Rudd (que era el marido de Phoebe en Friends), son condenados a 150 horas de servicio social como tutores de dos adolescentes a quienes tendrán que servir de (mal) ejemplo. Planteamiento sencillo pero muy propenso al humor zafio y gags recurrentes en una película que, como a mí siempre me gusta decir, no engaña a nadie. Si estais con ganas de cachondeo y coleguismo, y el resto de propuestas de la cartelera no van con vuestro momento de ánimo, ésta es entonces vuestra elección para el finde.
También se estrena, pero con muchísima menor distribución (dudo que en Castellón pueda verse) la última ganadora del premio del Jurado en Venecia, del premio FIPRESCI 2008, y de cuatro César. Palmarés de lujo para Cuscús, la cinta independiente de la semana. Retrato sobre una familia norteafricana en el Sur de Francia. Drama costumbrista sobre la multiculturalidad, la tolerancia y la inmigración dirigida por el turco Abdel Kechiche. 150 minutos de cine intimista y pausado, reflexivo y con mensaje, no apto, en absoluto, para todos los públicos. Seguro que los que seáis 'target' de este tipo de cine, ya sabéis a lo que me refiero. Con ello cerramos, y no olvidéis, cinéfilos todos, que este domingo tenemos una cita con 'la noche del cine español', los Goya, presentados por Carmen Machi y que en Un planeta Gris ya os hablamos largo y tendido de las nominaciones en este post:
http://unplanetagris.blogspot.com/2008/12/mi-quiniela-para-este-ao.html
Mi quiniela: favorita Los girasoles ciegos, premios puntuales para Nerea Camacho por Camino o El Langui por El truco del manco, y posible batacazo para las muy nominadas Los crímenes de Oxford y Sólo quiero caminar. La semana que viene lo vemos.
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