miércoles, 31 de diciembre de 2008

Los mejores discos internacionales del 2008...

A falta de escasos días de cerrar el año 2008, que mejor que ponernos a rememorar lo que en la redacción de Un planeta gris ha ido sonando a lo largo de los 365 días y elegir, de esta manera, lo que para un servidor han sido los mejores discos tanto a nivel nacional como internacional. Comencemos, en este post, resaltando lo que han sido los mejores discos internacionales.

1. Damien Jurado – Caught in the trees (Houston Party)

Hablar de Damien Jurado es hacer referencia a uno de los compositores más significativos del panorama actual. Pero si hasta el momento, Damien nos había maravillado con su amplía discografía repleta de delicadas e intimistas canciones (sólo hace falta ponerse a escuchar su anterior disco “And now that I’m in your shadow” para comprobar de lo que estamos hablando), en este álbum viene a demostrarnos que su talento no sólo vive de temas lentos. En Caught in the Trees encontramos igualmente a un Damien íntimista y sincero, pero su sonido y letras adquieren una intensidad mayor y es que, por primera vez, sus canciones nos hablan en primera persona, reflejando la crisis existencial que el cantautor sufrió al divorciarse de la mujer con la que había pasado sus últimos trece años. Hecho que provoca que el disco sea un cúmulo de contrastes, pues sí las letras son las más personales y descorazonadas que Damien ha escrito hasta ahora, su música suena, por el contrario, vitalista y vibrante. El resultado es un disco totalmente compacto donde se nos hace difícil destacar alguna canción sobre otra, pero que de hacerlo nos quedaríamos con Everything trying, canción con la que fácilmente se nos encogerá el corazón.







2. Sigur Ros - Með suð í eyrum við spilum endalaust


Uno de los regresos más esperados de este año llegó con la edición de este disco, el cual tuvimos el placer de escuchar en directo en la pasada edición del FIB, convirtiéndose en uno de los mejores conciertos del evento. Con Með suð í eyrum við spilum endalaust el grupo islandés nos sorprendió gratamente y es que escuchar los primeros temas de este disco es encontrarnos con unos Sigur Ros renovados y mucho más animados. Temas como el introductorio Gobbledigook (cuyo ritmo frenético nos puede llegar a recordar a los mejores Animal Collective) o Inní mér syngur vitleysingur nos hacían preguntarnos si estábamos realmente escuchando a la banda islandesa. La fuerza y alegría de estos temas, con claros tintes de pop, contrasta posteriormente con la segunda mitad del disco, en el que ya podemos encontrar a unos Sigur Ros más en su línea con canciones como Festival o Ára bátur, cuyo sonido balsámico las erigen en auténticos temas épicos, con una gran carga emotiva que va in crescendo con el paso de las notas. Uno de los mejores trabajos de esta magnífica y a la vez enigmática banda.







3. Mount Eerie – Lost Wisdom



En la pasada edición del Tanned Tin tuve el placer de hacerme con una copia en vinilo de esta auténtica joya musical y es que personalmente es uno de los mejores descubrimientos musicales que he podido hacer este año (más vale tarde que nunca, como dice el refrán). Ponerse a escuchar Lost Wisdom implica rendirse inevitablemente a los pies de Phil Elverum quien para esta ocasión se encuentra acompañado por Julie Dorion (quien ha visitado varias veces nuestra ciudad para deleitarnos con sus cualidades musicales) y Fred Squire. Se trata, básicamente, de un ejercicio de acercamiento a los sentimientos más primarios del ser humano: nacer, vivir, amar, tener miedo, desaparecer… sentimientos que no dejan de aflorar a lo largo de los escasos 30 minutos que duran las diez composiciones que conforman este disco. Letras como la del tema inicial nos sirven de claro ejemplo para comprobar la carga emotiva en la que nos sumerge el sonido rústico de Lost Winsdom “I saw your picture out of nowhere and forgot what I was doing / Everything vanished in your eclipse / A constellation of moments comes to life in the void / Lost wisdom faced down under the moss.” (Ví tu foto en mitad de la nada y me olvidé de lo que estaba haciendo / Todo desapareció en tu eclipse / Una constelación de momentos que cobran vida en el extenso vacío / La sabiduría perdida enterrada en el musgo). Simplemente, Elverum y Dorion conforman un dueto de ensueño.






4. The Strugglers – The Latest Rights


The Latest Rights es sin duda uno de los discos que se ha convertido en mi banda sonora personal de este año, pues nos encontramos ante una colección de temas que exploran la belleza y la nostalgia con claros tintes melancólicos. Melancolía que se ve acentuada por la voz de Randy Bickford, líder de la banda de North Carolina, y que se erige en un claro sello significativo de The Strugglers (en algunos pasajes la voz de Randy nos puede remitir fácilmente al mejor Eddy Veder). El disco se abre con la magistral Morningside heights, un claro referente del sonido pop-folk que la banda nos presenta a lo largo del disco compuesto por canciones bien arregladas en el que el country y el folk van cogidos de la mano. Otros temas que no deberíamos dejar de escapar son Redeployment o la bellísima Out on the main drag.





5. Death Cab For Cutie – Narrow Stairs


Presentar como primer single un tema como I will posses your heart (con sus más de cuatro minutos de introducción instrumental) puede ser para muchos grupos un suicidio comercial. Pero éste no es el caso de la banda Washington Death Cab For Cutie, cuyo curriculum está repleto de éxitos comerciales y en el que se incluye, para mi modesta opinión, uno de los mejores discos de la historia: su grandioso Transatlanticism (Barsuk Records, 2003). Con este disco, DCFC han intentando dar un paso más adelante en su carrera musical y no asentarse simplemente en su éxito anterior, y hay que decirlo que lo logra más que dignamente, aunque cabe señalar también que el presente Narrow Stairs tampoco es el mejor trabajo de la banda. No obstante canciones como Long Division, Cath, Grapevine Fires demuestran que el nivel compositivo de la banda sigue intacto y convierten a Narrow Stairs en uno de los mejores discos del año. Lo admito soy un acérrimo fan de la banda de Ben Gibbard.






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