Por Lady G,
LUGAR: RASPABAR.
HORA DE LLEGADA: 21.00 HORAS.
HORA ESTIMADA DE SALIDA: 3.30 HORAS.
HORARIO: DE 15.30 A 22.30 DE DOMINGO A MIÉRCOLES Y DE 15.30 A 3.30 HORAS DE JUEVES A SÁBADO.
ABIERTO TODOS LOS DÍAS.
DIRECCIÓN: AVENIDA CAPUCHINOS, 24.
NOS RECIBEN: PEDRO Y EMILIO GÓMEZ.
Nada menos que quince años lleva ya dando guerra el Raspabar. Primero en Almassora, donde nació en 1995 y, desde el año 2000, en Castellón, este pub ha logrado ocupar un espacio destacado en las tardes y noches de cientos de jóvenes y no tan jóvenes. ¿Su secreto? Ofrecer una propuesta que en aquellos años pocos bares ofrecían en la provincia, música rock e independiente clásica y actual. Desde Nirvana o Radiohead a rock sureño norteamericano o bill blues. Una acertada combinación que caló en muchos compañeros de generación de sus dueños, en aquellos tiempos los hermanos Gómez y Casado. “Nosotros buscábamos tener un sitio en el que escuchar la música que nos gustaba y no solíamos encontrar en los bares. Simplemente, eso”, recuerda Pedro.
En aquellos primeros años, además de por la música, el Raspa se distinguía por ser un lugar eminentemente ‘de fiesta’ para los jóvenes. “Intentamos que también fuera un bar animado, ofrecíamos una larga carta de chupitos, hacíamos juegos con nuestros clientes... En aquella época nosotros teníamos 20 años y eso se notaba”, nos explican.
Con los años, sin embargo, la clientela del Raspa ha ido evolucionando. Actualmente ésta abarca desde los 25 a los 40, principalmente; si bien las tardes también congregan a gente de 50 o 60 años que se toma tranquilamente un té, un gin tonic o sigue un partido de fútbol. “Desde el principio concebimos el bar como un local de copas pero también de café y de tardes. Por eso mantenemos el horario de 15.30 a 3.30 horas”, señala Pedro. Y por eso cuentan con varias televisiones de plasma, una extensa e innovadora carta de tés e infusiones de todo el mundo, una variada selección de revistas y diarios, zona Wifi, mesas y cómodos sillones de piel donde recostarse...
Y, en un futuro no lejano, exposiciones e incluso catas de vino. “Todavía no sabemos cuándo pero tenemos intención de organizarlas”, asegura Emilio, enólogo profesional y responsable del suave y delicioso vino que se sirve en el bar, Las Carretas.
Esta renovada oferta surge de su última y más ambiciosa reforma, la que ha materializado Summum Studio y que ha convertido al Raspa en un bar ‘de diseño’ que, sin embargo, no ha perdido su funcionalidad ni su espíritu de constante innovación. “La estética del local es eminentemente minimalista pero también hemos pretendido apostar por una decoración sobria y con cierto carácter atemporal, de forma que podamos variar de estilo con unos pocos cambios y pinceladas aquí y allá”, afirma Pedro.
Como la estética, la música que escuchamos en el Raspa también ha ido evolucionando con el tiempo. “Sin perder la esencia rock, ahora podríamos decir que nos centramos más en el indie-pop con algunas pinceladas extravagantes, como colar en medio de una sesión de música actual a Los Bravos o a Marisol”, afirma Emilio, dj Baco, uno de los principales disc-jockeys del Raspa.
La declarada inquietud musical de sus responsables (Pedro, Emilio y Benjamín) se refleja en la gran variedad de d.j’s que visitan la cabina del bar. “Muchos, amigos aunque también intentamos ir trayendo a gente conocida, como los chicos de La Habitación Roja, Guille Milkiway, Toxicosmos o Juan de Pablos, por nombrar algunos”, señala Pedro.
El Raspa también se anima excepcionalmente con fiestas temáticas, ocasionales pero sonadas, como la que celebraron con motivo de los ‘Diez años y medio’ del bar y que congregó a más de 40 pitufos. A clientes fieles del bar pero, sobre todo, amigos.
Porque si algo ha creado el Raspa en todos estos años es una gran legión de clientes y amigos y colaboradores que siguen encontrando en este local muchas razones para sonreír y disfrutar.
CINCO RAZONES PARA IR AL RASPA:
-la música.
-el trato familiar de la casa.
-más de uno de sus camareros.
-su extensa carta de infusiones y tés de todo el mundo.
-el vino Las Carretas, especial de la casa.
QUÉ DEBES PEDIR: Xupitos, tés o su vino Las Carretas.
NUESTRO CAMARERO PREFERIDO: Pedro.
NUESTRO D.J. PREFERIDO: Emilio.
STAFF: Pedro, Emilio, Benjamín, Pablo, Luis, Luis Japo, Sergio, Pablo Polar, David, Patricia, Diego, Diego Titi, Charlie, Santi, Marta, Joel, Álex, Félix, Jaume.
A QUE NO SABÍAS: El vino de la casa, Las Carretas, ha sido elaborado personalmente por Emilio Gómez, enólogo profesional, y trabajado junto a su hermano Pedro en una finca de la zona.
UNA CANCIÓN: La mano de Santa Teresa de Jesús, de Klaus&Kinski.
LO QUE NUNCA DEBERÍAS HACER: Permanecer en el bar el tiempo estimado en el inicio de este texto.
HORA DE LLEGADA: 21.00 HORAS.
HORA ESTIMADA DE SALIDA: 3.30 HORAS.
HORARIO: DE 15.30 A 22.30 DE DOMINGO A MIÉRCOLES Y DE 15.30 A 3.30 HORAS DE JUEVES A SÁBADO.
ABIERTO TODOS LOS DÍAS.
DIRECCIÓN: AVENIDA CAPUCHINOS, 24.
NOS RECIBEN: PEDRO Y EMILIO GÓMEZ.
Nada menos que quince años lleva ya dando guerra el Raspabar. Primero en Almassora, donde nació en 1995 y, desde el año 2000, en Castellón, este pub ha logrado ocupar un espacio destacado en las tardes y noches de cientos de jóvenes y no tan jóvenes. ¿Su secreto? Ofrecer una propuesta que en aquellos años pocos bares ofrecían en la provincia, música rock e independiente clásica y actual. Desde Nirvana o Radiohead a rock sureño norteamericano o bill blues. Una acertada combinación que caló en muchos compañeros de generación de sus dueños, en aquellos tiempos los hermanos Gómez y Casado. “Nosotros buscábamos tener un sitio en el que escuchar la música que nos gustaba y no solíamos encontrar en los bares. Simplemente, eso”, recuerda Pedro.
En aquellos primeros años, además de por la música, el Raspa se distinguía por ser un lugar eminentemente ‘de fiesta’ para los jóvenes. “Intentamos que también fuera un bar animado, ofrecíamos una larga carta de chupitos, hacíamos juegos con nuestros clientes... En aquella época nosotros teníamos 20 años y eso se notaba”, nos explican.
Con los años, sin embargo, la clientela del Raspa ha ido evolucionando. Actualmente ésta abarca desde los 25 a los 40, principalmente; si bien las tardes también congregan a gente de 50 o 60 años que se toma tranquilamente un té, un gin tonic o sigue un partido de fútbol. “Desde el principio concebimos el bar como un local de copas pero también de café y de tardes. Por eso mantenemos el horario de 15.30 a 3.30 horas”, señala Pedro. Y por eso cuentan con varias televisiones de plasma, una extensa e innovadora carta de tés e infusiones de todo el mundo, una variada selección de revistas y diarios, zona Wifi, mesas y cómodos sillones de piel donde recostarse...
Y, en un futuro no lejano, exposiciones e incluso catas de vino. “Todavía no sabemos cuándo pero tenemos intención de organizarlas”, asegura Emilio, enólogo profesional y responsable del suave y delicioso vino que se sirve en el bar, Las Carretas.
Esta renovada oferta surge de su última y más ambiciosa reforma, la que ha materializado Summum Studio y que ha convertido al Raspa en un bar ‘de diseño’ que, sin embargo, no ha perdido su funcionalidad ni su espíritu de constante innovación. “La estética del local es eminentemente minimalista pero también hemos pretendido apostar por una decoración sobria y con cierto carácter atemporal, de forma que podamos variar de estilo con unos pocos cambios y pinceladas aquí y allá”, afirma Pedro.
Como la estética, la música que escuchamos en el Raspa también ha ido evolucionando con el tiempo. “Sin perder la esencia rock, ahora podríamos decir que nos centramos más en el indie-pop con algunas pinceladas extravagantes, como colar en medio de una sesión de música actual a Los Bravos o a Marisol”, afirma Emilio, dj Baco, uno de los principales disc-jockeys del Raspa.
La declarada inquietud musical de sus responsables (Pedro, Emilio y Benjamín) se refleja en la gran variedad de d.j’s que visitan la cabina del bar. “Muchos, amigos aunque también intentamos ir trayendo a gente conocida, como los chicos de La Habitación Roja, Guille Milkiway, Toxicosmos o Juan de Pablos, por nombrar algunos”, señala Pedro.
El Raspa también se anima excepcionalmente con fiestas temáticas, ocasionales pero sonadas, como la que celebraron con motivo de los ‘Diez años y medio’ del bar y que congregó a más de 40 pitufos. A clientes fieles del bar pero, sobre todo, amigos.
Porque si algo ha creado el Raspa en todos estos años es una gran legión de clientes y amigos y colaboradores que siguen encontrando en este local muchas razones para sonreír y disfrutar.
CINCO RAZONES PARA IR AL RASPA:
-la música.
-el trato familiar de la casa.
-más de uno de sus camareros.
-su extensa carta de infusiones y tés de todo el mundo.
-el vino Las Carretas, especial de la casa.
QUÉ DEBES PEDIR: Xupitos, tés o su vino Las Carretas.
NUESTRO CAMARERO PREFERIDO: Pedro.
NUESTRO D.J. PREFERIDO: Emilio.
STAFF: Pedro, Emilio, Benjamín, Pablo, Luis, Luis Japo, Sergio, Pablo Polar, David, Patricia, Diego, Diego Titi, Charlie, Santi, Marta, Joel, Álex, Félix, Jaume.
A QUE NO SABÍAS: El vino de la casa, Las Carretas, ha sido elaborado personalmente por Emilio Gómez, enólogo profesional, y trabajado junto a su hermano Pedro en una finca de la zona.
UNA CANCIÓN: La mano de Santa Teresa de Jesús, de Klaus&Kinski.
LO QUE NUNCA DEBERÍAS HACER: Permanecer en el bar el tiempo estimado en el inicio de este texto.
4 comentarios:
-Ummmmmmm, alguno de los camatas, sí. Y, en general, es un garito de puta madre. Y lo del vino, habrá que probarlo
Menudas fiestas más grandes y que buenrollismo se respira en el Raspa...
Está bien la redecoración del local, pero yo echo de menos el look oscuro de antes.
Muy xulo!! Y el Raspa mola mucho. so bre todo, por la buena gente que lo lleva.
Publicar un comentario