Madrugada del viernes al sábado. 05:00 AM. Fiesta de bienvenida de la UJI. De repente irrumpe en el escenario un torbellino llamado Ximo Bayo. Caras descompuestas por el alcohol y demás excesos. Ganas de bailar, de bombas-bombas, del chikitantan, de extasi-extano, de tomar pista, de ser los dueños de los surcos de los plásticos más duros. Ganas de todo...y al final Ximo Bayo un fiasco. El sonido no acompañó, pues faltó potencia para un espacio como ese, abierto y húmedo como pocos. Un barrizal, en suma. Porque Ximo Bayo es animal de discoteca, no de verbena. Por si esto fuera poco, sé de buena tinta que el señor iba como las cabras. Normal. A nadie se le puede pedir que salga al escenario a las cinco de la mañana fresco como una rosa. Por lo demás nada destacable. Un repaso de casi dos horas por los clásicos temas que todos aquellos que tenemos treinta años o más conocemos. Porque te puede gustar el bakalao o no pero, ¿quién no se ha ido alguna vez de bareta con la tía Enriqueta?, ¿quién no ha cambiado alguna vez las cuatro ruedas de su coche por cuatro pastillas de colores?, ¿quién no ha querido tener cinco años más para vivir el clímax de aquella ruta mítica de la que Ximo Bayo fue, es y siempre será su gurú fundamental?
Lo mejor fue sin duda la gente joven, todos ellos de botellón, dándolo todo durante la actuación. Increíble o no, ¡conocían mejor las letras que cualquiera de los treintañeros en crisis que allí nos hallábamos! De todas formas no le guardo rencor a Ximo. Por mal que lo hiciera disfruté (y creo que todos disfrutamos) como un enano de una noche diferente. Además, si por circunstancias de la vida uno de sus bolos vuelve a recalar cerca de dónde yo esté sin pensármelo demasiado iré, porque aunque ahora Ximo Bayo pueda parecer un freaky más, los de nuestra generación le debemos mucho. Más de lo que creemos.
P.D.: “...más potencia, dame pista, que despego, ponte en órbita en las fiestas, fiestas locas como esta!”
POR TONI F.
Lo mejor fue sin duda la gente joven, todos ellos de botellón, dándolo todo durante la actuación. Increíble o no, ¡conocían mejor las letras que cualquiera de los treintañeros en crisis que allí nos hallábamos! De todas formas no le guardo rencor a Ximo. Por mal que lo hiciera disfruté (y creo que todos disfrutamos) como un enano de una noche diferente. Además, si por circunstancias de la vida uno de sus bolos vuelve a recalar cerca de dónde yo esté sin pensármelo demasiado iré, porque aunque ahora Ximo Bayo pueda parecer un freaky más, los de nuestra generación le debemos mucho. Más de lo que creemos.
P.D.: “...más potencia, dame pista, que despego, ponte en órbita en las fiestas, fiestas locas como esta!”
POR TONI F.
1 comentarios:
Cachísss, y mi resfriado no me dejó ir....
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