por Iván Bort Gual
Lo cierto es que llevamos ya dos semanas – justo nuestro recorrido compartido en Un planeta gris – en las que las salas de cine no nos ofrecen ningún blockbuster especialmente destacado. Por cierto – permitidme un inciso curioso antes de empezar –, que el término blockbuster que muchos asociamos al “cine palomitero” o, stricto sensu, a las películas más comerciales y taquilleras – de ahí la cadena de videoclubes con ese nombre –, procede etimológicamente de las partículas block – que quiere decir manzana – y buster – que se traduce como quebrar/doblar –, de modo que un blockbuster, en el sentido original del concepto, se refería a esas películas cuya cola en las taquillas de los antiguos cines de centro de ciudad – de esos que ya no quedan porque han migrado todos a los centros de ocio multisalas – daban la vuelta a la manzana, esto es, doblaban la esquina de la calle. Eso era señal de que se avecinaba un gran éxito de taquilla.
Lo cierto es que llevamos ya dos semanas – justo nuestro recorrido compartido en Un planeta gris – en las que las salas de cine no nos ofrecen ningún blockbuster especialmente destacado. Por cierto – permitidme un inciso curioso antes de empezar –, que el término blockbuster que muchos asociamos al “cine palomitero” o, stricto sensu, a las películas más comerciales y taquilleras – de ahí la cadena de videoclubes con ese nombre –, procede etimológicamente de las partículas block – que quiere decir manzana – y buster – que se traduce como quebrar/doblar –, de modo que un blockbuster, en el sentido original del concepto, se refería a esas películas cuya cola en las taquillas de los antiguos cines de centro de ciudad – de esos que ya no quedan porque han migrado todos a los centros de ocio multisalas – daban la vuelta a la manzana, esto es, doblaban la esquina de la calle. Eso era señal de que se avecinaba un gran éxito de taquilla.
Pues bien, con esta anecdótica pero interesante reflexión, que no sé si venía o no al caso, iniciamos ya nuestro trayecto semanal por los estrenos de cartelera. La propuesta de cine español más destacada de la semana es Los años desnudos: Clasificada “S”, película protagonizada por Candela Peña, Goya Toledo y Mar Flores que nos retorna a los años de la transición y liberación sexual post-franquista, en las décadas de los 70 y 80, retratando la época conocida históricamente como del “destape”. Por aquel entonces, el desnudo femenino empezó a prodigarse con asiduidad, tras los lógicos años de represión y censura, dando lugar al género de películas “clasificadas S”, por aquello de ser “Subiditas de tono” – esto es, eróticas – pero no llegar a la pornografía, y por tanto, a la calificación de la “letra” X. La dirección y el guión corre a cargo de Félix Sabroso y Dunia Ayaso, curtidos nombres del panorama audiovisual español cuyos títulos más recordados son Perdona bonita, pero Lucas me quería a mí del 1996 o Descongélate en 2002. En la película que ahora se estrena completan el que sin duda es su mejor trabajo: Una tragicomedia sobre tres mujeres que se inician en este tipo de cine, viviendo en primerísima persona su auge y declive, y cuyas consecuencias afectarán a sus distintas existencias a muy distintos niveles. Interesante banda sonora, por cierto, que igual que el propio guión, conjuga temas divertidos y festeros con otros profundamente melancólicos. Recomendación aparte merece, por supuesto, el estremecedor You’re my sister, de Antony and the Johnsons – escogido del álbum I’m a bird now – cuyo escalofriante tema Hope there’s someone ya formó parte de la banda sonora de La vida secreta de las palabras de Isabel Coixet.
Brad Anderson, director de las interesantes El maquinista o Session 9, ambas alardes de creación de atmósferas opresivas y claustrofóbicas, nos brinda esta semana Transsiberian, coproducción europea entre Reino Unido, Alemania y España – aparte de firma española en música, fotografía y parte del equipo, cuenta con Eduardo Noriega en el reparto – ambientada en el mítico tren Transiberiano. Allí, una pareja de turistas norteamericanos – Woody Harrelson y Emily Match Point Mortimer – se ve implicada en una trama de narcotráfico con un policía ruso de por medio – interpretado por el prolífico Ben Kingsley –. Thriller, acción y drama en un filme que bebe inequívocamente de las fuentes de Hitchcock en títulos como Alarma en el expreso o Extraños en un tren, sin llegar, sobra decirlo, a las cotas de genialidad alcanzadas por el mago del suspense británico. Planteamiento prometedor que se pierde en su desconcierto, aunque supone un encomiable intento de readaptación de cierto tipo de narrativa clásica que hoy en día no suele estar a la orden del día.
La película romántica de la semana nos llega con Noches de tormenta, Nights in Rodanthe en el original, melodrama de manual con Richard Gere y Diane Lane como protagonistas. El filme, basado en otro libro de todo un referente de la literatura romántica, Nicholas Sparks – autor de las novelas lacrimógenas y también llevadas al cine Mensaje en una botella, Un paseo para recordar y El diario de Noa – cuenta la historia de un hombre y una mujer, de vuelta de todo, y en un momento particularmente difícil de sus vidas, que se conocen en medio de un entorno paradisíaco en las tormentosas noches de las playas de Carolina. En un fin de semana, su conexión parece mágica, y encuentran en un amor sin condiciones la redención para encontrar la felicidad. Drama sensiblero que no sorprenderá a nadie, y que desde aquí nos remite de manera infranqueable a recomendaros que revisitéis – cómo me gusta este concepto – la que, con un argumento muy similar y pareja de protagonistas inusualmente veteranos, es una de las mejores, si no la mejor, película romántica de la década de los noventa: Los puentes de Madison con Clint Eastwood y Meryl Streep.
Dos películas más cierran nuestro fugaz repaso de la cartelera para esta semana. Por un lado El gurú del buen rollo es una comedia disparatada al servicio del humor de Mike Myers, a quien conocemos bien por su trilogía de Austin Powers. En un momento en el que la industria de la comedia zafia adolescente está empezando a buscar nuevas vías y propuestas – la factoría Apatow es la muestra, con sus no tan desdeñables Supersalidos o Lío embarazoso –, Myers regresa a su habitual yuxtaposición de gags absurdos y escatológicos – con el mítico ya Mini-yo también en el reparto – en una propuesta que ofrece algunos momentos de carcajadas, pero es bastante dudoso que en conjunto merezca los siete machacantes que nos pedirán por ir a verla. Jessica Alba y Justin Timberlake, incluso con cameo del ya referenciado Ben Kingsley – que no sé por qué aquí cobrará bastante mejor que en film europeo –, completan el reparto de una película cuyo argumento nos recuerda al fallido film de 2002 El gurú del sexo – con Heather Graham y Marisa Tomei – cuyo título, además, tiene mucho que ver con la verdadera traducción de éste: The Love Guru (El gurú del amor). Eternas incongruencias de nuestros doblajes.
Y acabamos con el estreno más esperado de todos, por más que pueda sorprender a más de uno, que no es otro que High School Musical 3. Tercera parte de la exitosa franquicia que empezó como telefilmes para el Disney Channel y que se ha convertido en todo un fenómeno de masas, reclamo de jóvenes y adolescentes e icono planetario. Lo cierto es que reunirá a familias enteras en las salas de cine, siendo los padres arrastrados incondicionalmente de la mano de sus criaturas, obnubilados por las pegadizas canciones y vistosas coreografías de una propuesta que, he de decir en su defensa, será lo más parecido que las nuevas generaciones estarán de aquellos mágicos musicales clásicos protagonizados por Fred Astaire y Ginger Rogers.
2 comentarios:
Es increíble cómo los guiones de Hollywood se venden mucho mejor que los españoles. Yo quiero ir mil veces antes a ver la peli "Los Años Desnudos" pero seguro que por H o por B acabo viendo cualquiera de las otras mucho antes.
Por cierto, que no sabía que habían hecho otro "Los Puentes de Madison"...
Hola eli, tienes toda la razón con lo de los guiones de Hollywood, es una máquina mediática y mercantilística tan mastodóntica que no puedes luchar contra ella.
En cuanto a "haber hecho otra Los puentes de Madison", a ver, yo es que soy muy dado a "conectar" las películas, y unas me refieren a otras. "Nights in Rodanthe" es muy similar, por eso mi recomendación. Ahora, sinceramente, desconozco si en la mente del equipo estaba el film de Clint Eastwood... teniendo en cuenta además que ésta es una novela de Nicholas Sparks...
En cualquier caso, gracias por tu comentario.
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