Aun me acuerdo cuando, en el instituto, si querías impresionar a un chico, le grababas una cinta de cassette con tu música preferida. Aun me acuerdo de cómo de bien sonaban los Lemonheads cuando aun no teníamos arrugas.
Sé que aquello pasó, que fueron otras vidas, que después, un poco más tarde apareció el Napster, el e-mule y el soulseek, pero dejarme que tenga ataques de añoranza, que siga echando de menos cajones llenos de cintas con carátulas personalizadas, pintadas a mano.
Sé que este post no tiene nada que ver con Castellón, o a lo mejor tiene todo que ver con esta ciudad, con nosotros, con una juventud (ahora muchachada) que pasamos un montón de cosas aquí.
Dejadme que os enseñe lo que aun me hace sentir gallina piel.
y otro día, os lo prometo, hablamos de diseño.
2 comentarios:
Gracias, Marieta, por esa mixtape de sábadoporlamañana!
Lo de las cintas era todo un arte. A mí nunca me cabían los títulos de las canciones en las tapas esas esmirriadas :)
Anoche descubrí que habían más canciones!!! creía que sólo estaba la primera. Por cierto, ¡qué moderna! yo era de las cutres, en séptimo y octavo los hacía con lo que grababa de la radio (40 Principales, por supuesto) y luego lo escuchábamos en el recreo, ay!!
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