viernes, 7 de noviembre de 2008

Planeta Cine #04

por Iván Bort Gual

Por fin tenemos 'película de la semana' que destacar en Planeta Cine. Esta semana se estrena la última de Ridley Scott, ese septuagenario director británico que hace años que no está a su mejor nivel, pero que ha dejado para la historia del cine dos de las mejores películas de ciencia-ficción de todos los tiempos, Alien (1979) y Blade Runner (1982), así como una de las más incomprensiblemente oscarizadas películas de los últimos tiempos: Gladiator (2000), una revisión del clásico Espartaco (1960) de Kubrick que se tornó en todo un fenómeno. Recomendándoos encarecidamente que revisitéis estas imprescindibles obras, en los cómodos sofás de vuestros salones de casa, podéis ir este fin de semana a cualquier cine del país a ver Red de mentiras.

Basada en una novela del columnista del Washington Post David Ignatius, Body of lies, el mayor de los Scott aborda el tema del terrorismo islámico en una intriga donde un antiguo periodista herido en la guerra de Irak es contratado por la CIA para seguir la pista de un líder de Al Qaeda en Jordania. A este periodista le pone físico Leonardo di Caprio, en un nuevo papel de 'infiltrado' tras hacer lo propio en el exitoso y reciente film Infiltrados (2006). Las coincidencias con este filme no acaban ahí, pues la adaptación de la novela corre a cargo de William Monahan, el mismo que adaptó Infernal Affairs (2002), la película hongkonesa en la que se basó la oscarizada cinta de Scorsese. Acompaña en la cabeza del reparto, el inseparable Russell Crowe, que desde Gladiator ha protagonizado muchas de las siguientes películas de Ridley Scott, como el drama romántico Un buen año (2006) o la interesante cinta 'Scarface negra' que fue American Gangster (2007). En cualquier caso, recomendación especial desde Planeta Cine para ver esta película, que pese a pertenecer a la 'clase media' de la filmografía de Scott – no es Blade Runner pero tampoco es La teniente O’neil o 1492: La conquista del paraíso – tiene ese sello visual característico de Ridley – no olvidemos que antes que cineasta fue publicitario – que ya te cubre el pago de media entrada.

La semana pasada se estrenaba Hermanos por pelotas, y a propósito de ella ya avisábamos de ese 'subgénero' que nos inventábamos en territorio patrio adaptando los títulos de las comedias absurdas norteamericanas. Pues hoy se estrena The Rocker, que como inteligentemente habréis adivinado, se ha titulado aquí Un rockero de pelotas. Dirigida por Peter Cattaneo, el mismo que ya hace más de una década nos trajo el fenómeno Full Monty (1997), esta vez cuenta la disparatada historia del batería de una famosa banda de los 80 llamada Vesuvius, que fue entonces apartado del grupo, y queda marcado por el fracaso, pero el destino le brindará una segunda oportunidad junto a la banda de su sobrino. Humor zafio y escatológico, en un personaje protagonista encarnado por Rainn Wilson – que hemos visto en el serial The Office – que es una mezcla entre el Jack Black de Escuela de Rock (2003) y el Rhys Ifans de Notting Hill (1999).

Dos propuestas españolas para este finde. Por un lado Cenizas del cielo, entrañable drama costumbrista dirigido por José Antonio Quirós, que fue el artífice de aquella divertida Pídele cuentas al rey (1999) con Antonio Resines y Adriana Ozores. En el film que ahora se estrena, Ferguson, un escocés aventurero, escritor de guías turísticas, visita el norte de España para completar su última publicación. La autocaravana en la que va le deja encallado en un singular pueblo, rodeado de pintorescos personajes, cuyas vidas giran alrededor de las problemáticas que les causan, en su día a día, las enormes chimeneas de una central térmica situada al lado del pueblo. Simpática y agradable cinta que nos esbozará más de una amable sonrisa.

Y por otro lado, radicalmente distinta, se estrena El infierno vasco, documental de Iñaki Arteta sobre los miles de exiliados del País Vasco que han de escapar de sus hogares como consecuencia de las presiones y amenazas de la banda terrorista ETA. Mediante una yuxtaposición pura de declaraciones y entrevistas, 'speechs' ante cámara, el film no tiene un tratamiento visual ni de montaje como lo tenía la propuesta similar de Julio Médem La pelota vasca (2003), centrándose con crudo realismo en las vivencias aportadas por las personalidades – algunas públicas, otras anónimas – que ceden sus voces al documental. El infierno vasco critica con dureza la posición de los nacionalistas sin darles ningún lugar a la palabra, en un discurso unidireccional que, sin ser por ello condenatorio, supone una carencia de mínima objetividad – o voluntad denotativa en el origen del discurso, toda vez esta es absolutamente imposible en el cine – que se le debería suponer a un documental.

Y cerramos con una absoluta joya. Una rareza que os pido que no os perdáis. Atención porque se estrena la mejor de las películas de la carrera de Jean-Claude Van Damme: JCVD:The movie. Falso biopic en clave de ironía sobre la vida del karateka belga, todo un emblema del cine del mamporro y la patada voladora que ha vivido siempre a la sombra de nombres 'ilustres' como Stallone o Schwarzennegger y pugnando con otros menos 'considerados' como Steven Seagal. En cualquier caso, una película sin acción, sin efectos especiales, donde Van Damme se interpreta a sí mismo en una trama muy similar a la de Tarde de perros (1975) de Sydney Lumey. En un momento de su vida en el que el cine le ha cerrado ya prácticamente todas las puertas, con problemas de drogas, de custodia de su hija, en el ocaso de su popularidad, un Van Damme tremendamente dramático e intimista nos brinda una interpretación jamás vista en su carrera, con un monólogo final que hará que a muchos se nos meta accidentalmente algo en el ojo… Quién diría años atrás que el Van Damme de Street Fighter (1994), Timecop (1994) o Soldado Universal (1992) podría haber desarrollado un papel como este. Ahora falta saber si ante la respuesta de este film, su carrera avanzará como, no lo ovidemos, le sucedió al genial Clint Eastwood, que antes de convertirse en uno de los mejores cineastas del planeta, como lo es ahora, hacía 'spaghetti westerns' y 'harrys el sucio'… Si es que el cine da oportunidades siempre a quien tiene talento. Lo dicho, una película, JCVD, que merece la pena leáis estas líneas por si os esperáis ver 'una de Van Damme' y os toca salir de la sala a los cinco minutos. Por cierto, película que me ha recordado esta de Van Damme, y que os recomiendo, como siempre, que revisitéis, la magistral obra culmen del metacine, y con la que, salvando las kilométricas distancias, mucho tiene que ver esta JCVD: Fellini Ocho y Medio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta tu sección pero tengo una duda¿cómo haces para poder ver todas estas películas antes del estreno?

Iván Bort Gual dijo...

Gracias por tu comentario, Laszlo. Simplemente te diré, para mantener la atmósfera de misterio, que cuando uno está metido en este mundo de la crítica cinematográfica... tienes tus medios y tus contactos...

Iván Bort Gual dijo...

Ah! y se me olvidaba... Has de estar tan enfermo como yo para verlo todo todo y todo sin criterio ni discriminación alguna... lo que claro, afecta a tu vida social, más bien la suprime, jajajaja