miércoles, 3 de diciembre de 2008

Se busca James Bond (Vivo a ser posible)

- Bond, James Bond.
Quizás una de las escenas más emblemáticas del cine y paradigma del glamour por encima de que cualquier asunto de estado, por importante y urgente que fuere.
Quién le iba a decir a Ian Fleming, creador de la saga, que desde su casa de recreo en Jamaica, que aquel nombre “simple, sencillo y de sonido plano” que encontró para el protagonista de sus novelas, seguiría resonando cincuenta años más tarde.
Y es que muchos son los años que han pasado por la serie 007, desde que Sean Connery abandonara el club Le cercle, hasta que Daniel Craig asumiera el papel agente del MI6, al servicio de su majestad, y protagonizara, en su segunda aparición en la saga, la última película de la misma Quantum of Solace (2008). Como también muchas cosas han cambiado desde entonces para el mundo… y para Bond.
Dejada atrás la guerra fría y el mundo bipolar, el tabaco, los chiste machistas y los malos con aroma setentero como Escaramanga o la temible organización SPECTRA, el James Bond del siglo XXI parece haber encontrado en Daniel Craig la confirmación del cambio que estaba buscando en la imagen de un personaje, a la fuerza desfasado por el paso del tiempo.
Con Daniel Craig se rompe la tendencia de otros Bond de buscar un actor con más apariencia para dirigir una embajada que para salir ileso de una persecución policial. Se gana músculo en detrimento de ingenio, fuerza en vez de sutileza y violencia en vez de glamour.
Si Sean Connery representaba el canalla británico hecho espía, sí Roger Moore era el cómico con portes aristocráticos al que no se le podía exigir que levantara las dos cejas al mismo tiempo, y si Timothy Dalton y Pierce Brosnan fueron distintas formas de intentar de transformar el personaje en un asesino disfrazado de lobo estepario, Daniel Craig es la conclusión a un proceso de reconversión del nuevo James Bond que pasa de ser un héroe rebelde al servicio de su majestad y de cuantas se pongan delante, a un portero de discoteca con superpoderes atormentado por su pasado.
Una comparación, siempre odiosa, al panorama de películas que mezclan acción y espionaje, aconsejaría una transformación en este sentido, porque no en vano las salas no las llenan respetables hombres de cabello entrecano, sino adolescentes, jóvenes y los que acaban de dejar de ser jóvenes, y es un público mayoritariamente influenciado por la cultura de los videojuegos, que quieren ver escenas de acción más elaboradas y sofisticadas, y mayor rapidez en el desarrollo del hilo argumental, aspecto que sus productores, a la vista de los resultados, no han ignorado. Pero quizás si hayan descuidado otro no menos importante, y es el motivo por el que un personaje nacido gracias al contexto político dominante del momento, la guerra fría, ha sobrevivido al paso del tiempo y de los acontecimientos que le ayudaron a nacer.
Y es su sello, su marca de autor dentro de los personajes de acción. Pues, en muchas películas veremos a su protagonista cargarse a la tripulación de un avión, después a la aviación enemiga y saltar antes de que explote el aparato. Pero en ninguna, lo veremos aterrizar en un yate, sin despeinarse un pelo, con buena compañía y que encima nos queden ganas de creérnoslo. Porque el doble cero que acompaña al siete no significa únicamente licencia para matar, sino también para marcarse faroles en partidas y que el adversario se los trague, tener a su disposición los mejores vehículos y destrozarlos sin remordimientos, todo ello, sin arrugar el smoking y acompañado de su ingenio y una Walter TPK.
En Quantum of Solance, ese Bond no se encuentra por ningún lado. No se sabe si es porque está en el armario en espera de tiempos mejores, o directamente no se le espera. En todo caso, bien podrían colgar un cartel de 'SE BUSCA' en todas las embajadas de Reino Unido, porque este no es mi Bond que me lo han cambiado. Pelea como si supiera full contact, bebe como Barnie Gumble, conduce como los chicos de A todo gas y lo que es más desesperante, folla poco, muy poco.
Con estas credenciales dentro de poco costará diferenciarlo de un Vin Diesel de turno. Y con ello, el fin de una saga que a pesar de todo sigue arrastrado a varias generaciones de espectadores
Por lo demás la última entrega de 007, al igual que su predecesora Casino Royale se corrigen algunos excesos cometidos en la etapa Brosnan pero sigue sin conseguirse el ritmo adecuado para una serie que siempre ha mezclado géneros con la misma facilidad que los DryMartini que se toma su protagonista. Falta humor en muchas escenas. El mismo que necesitaba el espectador para no tomarse muy en serio lo que esta viendo. Y falta trama, por supuesto. Porque la aportación del premiado director y guionista Paul Hagáis no es suficiente, si luego se impone la necesidad de acelerar las escenas una tras otra. De hecho, la única duda que parece planear en la película es: con cuál quedarse, ¿con la morena o con la pelirroja?
-Bond, James Bond.

5 comentarios:

rake dijo...

Que casualidad... justa esta tarde me voy a verla, asi que reservo mis comentarios para mañana.

Aunque dejaré que se me vea el plumero y adelanto un pensamiento. Si tu dudas entre la morena o la pelirroja, yo lo tengo claro con las fotos que has puesto de James.

lulabylula dijo...

Se me había pasado este artículo! Que raro... ¿será porque llega tarde?
Muy interesante de verdad, y estoy de acuerdo contigo, pero... ¿No estaremos todos pidiendo que vuelva un genero genuinamente de tiempos pasados? Si crearan un JAmes Bond ambientado en el presente pero con la acción y el glamour de las pelis de los 70, acabaría pareciendose mas a un Inspector Closeau de la Pantera Rosa. Creo yo.
Burns. Monty Burns.

Anónimo dijo...

Le tiengo fichadou Camarada Burns.

Diego Pomelo dijo...

la verdad que este articulo me parece cierto hasta una parte, un agente especial de estos tiempos debe de ser un gran peleador, no un simple camorrero de los bares de irlanda, ademas que?, no es bond por no ser un follador? yo creo que esto le da mas sentimiento a la saga, que por lo menos yo ya estaba cansado de ver a un viejo acercandose a una chica de 20 y cogiendo hasta con sus enemigas, uno de los puntos mas grotescos de Bond. En cuanto a que maneja como los jovenes de hoy. los jovenes de hoy son unos simples amateurs y este es un agente 00 que deberia de manejar como un genio y no dormirse al volante yendose a comprar mas Beer. Si no se dan cuenta que la ficcion en bond ya llego a un limite con la alineacion planetaria y un auto que entra en Cloak Mode como un nanotraje y se vuelve invisible, se necesita mas realidad, mas credibilidad, no un viejo y erosionado Brosnan siendo golpeado y abofeteado sin dejar un rastro, de sangre en la almohada o sin tomarse siquiera una pastilla para el dolor lumbar. Para inventos extrafalarios y demas cosas tenemos las peliculas como el inspector gadget. por fin bond tiene una mision, y por fin no es una simple propaganda contra los rusos, ya paso la epoca de Ourumov, y si este bond es bebedor, que me decis de connery que la sola cara de ebrio que tiene en todas las peliculas no lo califica para ser bond

Diego Pomelo dijo...

la verdad que este articulo me parece cierto hasta una parte, un agente especial de estos tiempos debe de ser un gran peleador, no un simple camorrero de los bares de irlanda, ademas que?, no es bond por no ser un follador? yo creo que esto le da mas sentimiento a la saga, que por lo menos yo ya estaba cansado de ver a un viejo acercandose a una chica de 20 y cogiendo hasta con sus enemigas, uno de los puntos mas grotescos de Bond. En cuanto a que maneja como los jovenes de hoy. los jovenes de hoy son unos simples amateurs y este es un agente 00 que deberia de manejar como un genio y no dormirse al volante yendose a comprar mas Beer. Si no se dan cuenta que la ficcion en bond ya llego a un limite con la alineacion planetaria y un auto que entra en Cloak Mode como un nanotraje y se vuelve invisible, se necesita mas realidad, mas credibilidad, no un viejo y erosionado Brosnan siendo golpeado y abofeteado sin dejar un rastro, de sangre en la almohada o sin tomarse siquiera una pastilla para el dolor lumbar. Para inventos extrafalarios y demas cosas tenemos las peliculas como el inspector gadget. por fin bond tiene una mision, y por fin no es una simple propaganda contra los rusos, ya paso la epoca de Ourumov, y si este bond es bebedor, que me decis de connery que la sola cara de ebrio que tiene en todas las peliculas no lo califica para ser bond